Tribulaciones de un Jedi en prácticas

Me niego a llamarlo Episodio I...

A veces desearía ser un Jedi de plenos poderes... El ser un triste Padawan sin poder alguno en la Fuerza es bastante desesperante. !Cómo me gustaría poder decir: "Sé razonable, cohones!", hacer un gesto con la mano y que cambiara el estado mental de algunas que conozco!
Todo esto viene a cuento de la gran noche que pasé ayer. Quedamos para cenar un grupo de amigos que hacía años que no coinciamos juntos y, la verdad, empezó muy bien. Cenamos de pm en un garito que no conocía y al que he de volver, nos bebimos un par de botellas de vino, nos reimos y, en general, nos lo pasamos muy bien recordando viejos tiempos y reforzando esos lazos que hacía años que no se les pasaba el polvo. Y hubiera estado muy bien si la cosa se hubiera quedado ahí...
El problema es que con el vinacho y la tontería post-agape, nos (les, mejor dicho) dio por querer ir a tomar algo por ahí. En principio no parecía mala idea (salvo por el hecho de que yo tenía que estar a las 9 en el curro y no es que me quede muy cerca de casa y que después de salir del primer curro tengo que ir al otro hasta las tantas de la noche), así que me dejé arrastrar sin ofrecer mucha resistencia hasta un local en el que jamás me hubiera metido porque no lo había visto en mi puñetera vida.
El sitio no parecía estar del todo mal, incluso la música no era muy rallante (al principio). El problema comenzó cuando empezaron a rular los cubatas. Yo aguanto muy bien la bebida y no pierdo la compostura con facilidad si no quiero. Los demás no. Entre el vino y el primer cubata ya estaban todos muy contentos y alegres y cascábamos de todo entre risas, buen rollo y futbolines. Como siempre, se partían la caja con mis burradas y yo tenía de aquellos días que se dicen entonados. Estaba gracioso, mira.
Pero, como siempre digo, de nada sirve ser simpático cuando se habla de mujeres. Evidentemente, la única que estaba presente, uno de mis amores platónicos desde hace años, no perdía detalle del colega guaperas ( y muy buen tío, todo hay que decirlo) mientras yo me quedaba mirando al techo ya de puro aburrimiento. Tengo que decir que ambos salieron juntos una temporada y que no funcionó y que ahora tienen pareja.
Lo que me lleva a preguntarme... Si tan bien está todo el mundo conmigo como dicen, si tan gracioso soy y tanto se rie la gente, si tan buena persona soy.... ¿Por qué me cuesta tanto comerme un rosco? Pues porque me parece que todas esas cualidades que las mujeres dicen buscar en un hombre no son más que tristes falacias. Que lo que pesa y pesará siempre es la belleza exterior (que no es que yo sea horrible, no penseis, simplemente soy un tío normal, como cientos por la calle). Por eso me gustaría poder decirle claramente a mucha gente que se dejaran de hipocresías y al menos fueran sinceros cuando dicen lo que buscan.
Intento ser lo mejor persona posible y, sin embargo, siempre me cuesta horrores conseguir que alguien se fije en mi. He tenido unas cuantas relaciones y siempre acaban mal porque la gente no dice la verdad sobre lo que quiere, solo argumentan lo que DEBEN decir para ser políticamente correctos. Y así nos va...