Tribulaciones de un Jedi en prácticas

Un sábado cualquiera...

Bueno, ya va siendo hora de romper mi mutismo esta semana aunque ya os advierto que comienzo este post sin tener ni puñetera idea de lo que voy a decir, así que seguro que será un batiburrillo de ideas cuanto menos farragosas y libres. Es lo que hay.

Mención especial para el tiempo cabrón que está haciendo, que ayer me hizo jugar un partido con un frío que pela y hoy me ha grangeado un calor impresionante con mi inútil camiseta interior. Si es que...
A petición del populacho que pueblan mis posts con comentarios acusadores explicaré que el sábado tuve un lío con una en una discoteca cualquiera. Si os acordais de la última vez que pillé cacho, pues es la misma. Si no os acordais, buscad el post, que hay que daroslo todo hecho. Sí, esa, la de los chupetones en el cuello (esta vez no ha dejado marcas visibles). No, no es nada significativo que haya vuelto a caer. Ni era la primera vez, ni será la última probablemente. Sus pongo en antecedentes:
- Llevaba unos tres meses detrás de una tía de lo que no os he hablado nunca. Me gusta mucho, es muy buena tía y nos llevamos fenomenal aunque no hace mucho que nos conocemos ni hay lo que se dice una amistad. El viernes me la encontré de fiesta y decidí que quizá era el momento de atacar. Tonteé un poco, hablamos un buen rato y luego me perdí un ratito mientras perfilaba mi estrategia y me ponía un poco a tono. Cuando volví la ví como triste y alicaida y empecé a preguntar que qué le pasaba. Que no te lo puedo decir, que aquí no, que ahora no... Así que, como un caballero que soy, seguí preguntando hasta que me dijo que le acompañara al labavo y que allí me lo explicaba. Ya estaba yo frotándome las manos cuando va y me dice que es que está saliendo con uno del grupo con el que está (toma castaña) y que los demás no lo saben... Roto, como siempre, le dí el mejor consejo que pude y me largué a beber hasta caer rendido maldiciendo mi puta suerte con las mujeres...
Al día siguiente, sábado, volví a salir aunque la resaca me llevaba todo el día martilleando las sienes. Intenté pasarmelo bien, en la medida de lo posible después del palazo, y me encontré a la chica de los chupetones a la que voy viendo a menudo y con la que no había tenido nada más desde aquel día.
Se me tiró en brazos, me sobeteó un poco el culo y me dejó hacer lo propio. En un gesto brusco (estaba enlazando sus piernas alrededor mío) me dió un golpe en el labio y me lo rompió (soy de labios gruesos y carnosos y se me cortan con facilidad). Me pidió perdón, le dije que no importaba y ella se dedicó a sober la sangre directamente del labio. Me guarreteó un poco más, lenguetazos p'arriba y p'abajo, me sobó un poco más el culo y el paquete y se fue. Yo me fuí por mi lado, bailé un rato, cambié de local a otro en la otra punta de la ciudad y allí me la volví a encontrar donde me ofreció un trago de J&B con Red Bull desde sus mismos labios que, por supuesto, no rechacé. Bailamos un poco más y luego cada uno por su lado....

¿Veis como realmente no es como para explicarlo? Si es que no es nada. A mí estas cosas no me llenan, de verdad. Si hubiera habido algo de sexo, aún, aunque yo lo que quiero es empezar una relación un poco estable, aunque sea en plan probar, pero invertir una noche en lenguetearme con alguien a quien no quiero y con quien no me voy a acostar (porque ella no quiere, claro) es una pérdida de tiempo. Sólo consigo ponerme AÚN MÁS CACHONDO de lo que estoy, si es que eso es posible, que entre las ganas que llevo y la llegada de la primavera estoy que me va a estallar de un momento a otro...