Tribulaciones de un Jedi en prácticas

Somos feos...

Tú. Sí, tú. El feo ese que se esconde detrás. Eres feo. Sin duda. Granos, gafotas, endeblez general, piel más bien cerulea y grasosa. Feo, vamos. Tienes un problema. O no.
Eres el típico tío que solo triunfa en Carnaval y la gracia acaba a las 12, cuando todo Dios se quita la máscara. Eres el típico chaval que sabe mucho de informática, de Star Trek, de Babilón 5, que se sabe el orden de los capítulos de Friends (es lo más cerca que has estado de tener novia) y que no puedes ver Sexo en NY sin un cubo de hielo al lado. Sí, eres tú.

Pero nosotros vamos a darte soluciones palpables a tu “problema”. Nosotros te vamos a dar métodos para acercarte a las mujeres sin que el acercamiento incluya miedos, insultos o lesiones permanentes. Y funcionan. Te lo juramos. A nosotros nos ha funcionado....

1.- Somos Feos.

Al igual que los alcoholicos deben reconocer su problema para solucionarlo, nosotros deberemos reconocer nuestros estado para poder ponerle remedio. La cirugía no es mal método, pero hay que reconocer que sale caro, y aunque curres en la pizzería durante 20 años no vas a poder pagártelo, así que tendremos que afrontarlo con dignidad y hacer lo que esté en nuestra mano y bolsillo para que no se note demasiado.
Veamos, tienes los dientes amarillos. El tabaco, la comida grasienta, el café, .... todas estas cosas son MALAS para tus dientes, lo creas o no. Tenemos varias soluciones. Una, dejar todas esas cosas MALAS para recuperar el bonito color natural de tu esmalte sin usar escarpa y martillo. La otra, con todo el dolor de nuestro corazón, es ... no tengais miedo, no pasa nada, hay que afrontarlo.... LAVAROS LOS DIENTES (so cerdos). Sí, vuestras mamas no os lo dicen para joderos, es que de vez en cuando hay que hacerlo porque sino tienes medio National Geographic viviendo en vuestras encías. Es duro pero el objetivo final merece la pena. ECHAR UN CALIQUEÑO (nosotros hemos echado alguno y os aseguramos que es mejor que ganar al Pokemon. De verdad).
Segundo problema. El sol quema, hace daño, provoca cáncer y mil cosas más que habreis dicho en vuestra lamentable vida. No os falta razón, pero la verdad es que tener una piel con textura y color similar a un calamar muerto tampoco es muy sano, ¿sabeis? Tampoco queremos decir con esto que Dinio sea un ejemplo a seguir, los extremos son muy malos, pero hay que hacer algo. A ver, no hay que pasarse. Urkell follaba menos que los Roper y era negro, con lo cual no es un factor TAN importante, pero hay que tenerlo en cuenta. Si el tema de poneros bajo el Lorenzo como lagartos no os entusiasma siempre podeis utilizar el microondas de vuestra madre o recurrir al betún... sois libres.
Sabemos que siempre has vivido atado a ellas. Lo primero que ven tus ojos por la mañana son ellas. Lo último que pasa por tu cabeza por la noche son ellas. Y no me estoy refieron a las Playmates, sino a tus eternas GAFAS. ¿Es que nunca has oido hablar de las lentillas, ceporro? Ah, ¿que no las toleras? ¿Dónde te dieron las corneas, en el Rastro? En fin... Bueno, siempre puedes operarte o usar un modelo más ligero, más moderno, ya sabes... Las cuadradas de pasta marrón con motas amarillas ya no son lo último. De hecho creo que tu padre ya las encontraba anticuadas, pero en fín... Aquí la solución es fácil. Deja la última temporada de El Guardian en la estantería y ve a la óptica. Si ves a Susana saludala de nuestras partes...
En las pelis de Disney quedan más o menos bien, y hasta en peluches lo habrás visto, pero la verdad es que las tías huyen de las chepas como los Iraquis de los Marines. ¡Saca pecho, joder! Tú no has estado en la mili, ¿verdad? Te libraste por tus pies planos y el asma, por no hablar del culo de Moet que llevas en cada ojo. Bueno, la verdad es que yo tampoco fui, pero me lo han contado varios cientos de veces mis hermanos (lo quisiera o no) y aparte he visto muchas pelis americanas y luce mucho eso de sacar el pecho como un hombretón. ¿Qué podemos hacer? Rectificar posturas está bien, pero requiere una dura disciplina y tiempo del que no disponemos. ¿No querreis llegar a los 50 virgenes, no? Como no tenemos nada seguro porque nosotros no tenemos tan carismático apéndice podeis probar:
Poneros un collarín (vuestro primo el enfermero os ayudará) y decir que no es vuestro porte natural sino que habeis sufrido un horrible accidente con vuestra CBR 600 (que por cierto, se encuentra en el mecánico, claro) y que os ha dejado una lesión de cervicales que os tiene así. Podeis añadir que el bulto de la frente que teneis de todo la vida os lo hizo el casco. Arriesgad.
Un cacho de tabla arrancado del somier de la cama de vuestros padres puede ser una gran solución si sabeis disimular cuando se os claven las astillas en el culo. Parecereis un poco como Robocop, pero también lo parece el Rey y nadie le dice nada. Con perdón, Majestad. (y una mierda, ni que yo fuera CQC. España mañana será republicana!!!)
De ilusión también se vive. Podeis alquilar vuestra protuberancia posterior para el frote de décimos de lotería, quinielas y demás, demandando en caso de que sea una mujer de buen ver que os conceda vuestro amor en caso de que le toque. Sí, claro, también podríais pedir dinero, pero creedme si os digo que es más fácil que tengais 2 millones de € a que mojeis con según qué tipas.

Consejos generales:
Al margen de todos estos desagradables detalles que vuestro cuerpo os ofrece hay otros muchos defectos que podeis padecer. Acné, cejijuntez, degeneración adiposa, paticortez, halitosis, flatulencias... son incontables. Tened un poco de cabeza. Para los granos y el mal aliento hay productos hace años, no digamos para los gases... y si estais gordos, ¡corred¡ es sano, aunque os parezca lo contrario al principio. Además os ayudará con vuestro asma y vuestros bíceps ya no tendrán el diámetro de vuestras muñecas. Aparte, en los gimnasios se conocen muchas chicas guapas (nos lo ha dicho un tío que una vez conoció a una). Y si no las conoces, al menos las ves enfundadas en mallas pegadas a sus esculturales cuerpos, con sus duros traseros desafiandoos mientras corren en la cinta... creo que me voy a pegar una ducha fría. Ahora vuelvo... Como decía nuestro amigo el Capitá Planeta : “los pequeños cambios son poderosos”