Lo reconcozco, tengo miedo. Me encuentro aterrado y me cuesta dormir todos los días desde hace un tiempo. Hay un motivo claro y definido y, aunque no quería hacerlo voy a explicarlo aquí en un intento creo que vano por purgar mis temores.
Hace unos meses detecté algo que no iba bien en mí. No me refiero a mi habitual estado mental sino a algo mucho más preocupante, al menos para mí. Tras negarmelo unos días argumentándome a mí mismo las mayores sandeces que mi mente pudo excretar pasé a asumir la realidad. Tengo una serie de bultos en lo que vienen a ser los eméritos inguinales que, aparte de la grima que me dá el hecho de que mis gemelos no estén en perfecto estado de revista, duelen bastante. Me acostumbré al dolor y al final apenas lo noto, pero eso no ha hecho que desaparezcan los bultos, al contrario, han aumentado. Evidentemente no puedo dejar pasar más el tiempo y mañana tengo hora en el médico para que les eche un vistazo y me diga qué tengo.
No sé muy bien qué pensar. La razón, poderosa en mi opinión siempre, me dice que no es nada, que son bultos de grasa normales y corrientes y que, simplemente, me los extirparán y ya está, que no será nada más grave. Pero claro, uno está ya al tanto de cómo funciona la vida. El hecho de ser un sanote joven no te libra de poder tener el interior podrido. Hay antecedentes en la familia y no puedes evitar, de manera inconsciente, imaginarte lo peor.
Yo, que de natural ya soy bastante pesimista, he pasado el fin de semana dándole vueltas al tema una y otra vez, sin parar. Me intentaba calmar pero no había manera, las imágenes que no quería ver pasaban una y otra vez por mi mente. Como además hace nada ví la película Mi vida sin mí no pude evitar trazar un paralelismo entre las historias y ver que tampoco son tan diferentes. De hecho me planteaba qué haría si de repente mañana supiera que voy a morir. Veía al médico darme la noticia y me imaginaba mi propia reacción al saber que me quedaban dos meses de vida, como a Sarah Polley en dicha película.
No quiero ser macabro, os lo prometo, pero me regodeé en las mil y una cosas que me gustaría hacer si supiera que tengo fecha de caducidad y que ésta está cercana. Pensé en lo mucho que tendría pendiente, en los cientos de personas a los que me gustaría ver y con los que me gustaría hablar antes de irme. De los miles de te quiero que diría porque los siento, de los viajes que haría, de las cosas que diría, de las cosas que escribiría
Me imaginé dedicando un día completo a cada una de las personas por las que siento amor, devoción o camaradería. Me ví pidiendo perdón por mis errores a la gente con la que me he equivocado, aunque haga años que no los veo. Me ví confesando mi amor a todas las mujeres por las que he sentido algo pero he sido tan cobarde que nunca se lo dije. Me ví, en definitiva, haciendo todo lo que siempre he querido en el fondo hacer pero me ha faltado valor. Me he dado cuenta de que el miedo me tiene atenezado día tras día. Que el miedo indefinido evita que haga las cosas que quiero hacer y me censure mi propia vida
Y he pensado que no quiero ser así. Quiero ir mañana al médico y que me diga lo que me tenga que decir, sea lo que sea. Y que eso sea un punto de inflexión en mi vida. No quiero tener que saber que voy a morir para hacer todo lo que quiero hacer. Seguramente mañana o dentro de poco sabré que no voy a morir, al menos pronto, pero si no saco valor para hacer las cosas que sé que tengo que hacer estaré muriendo un poco más cada día. He de ser valiente y afrontar que las cosas se han de hacer, para bien o para mal, cuando uno quiere hacerlas. Que tener miedo de algo que no sabes bien qué es es una reacción totalmente irracional y que eso no va conmigo. Voy a hacerlo, voy a ser fuerte, voy a ser valiente.
animo chavalin, seguro que no es nada y luego te reiras de todo lo que se te ha pasado por la mente este fin de semana...
muchos besitos humedos!!
Animo nen!
Veras que no es nada y mañana encontrarás tonto este post (que no digo que lo sea).
Tranquilo, hombre, que seguro que no es nada. La inmensa mayoría de las veces los bultos de las características que mencionas son simples lipomas de grasa.
Hala, ánimo y a dormir, que no pasa nada
Un abrazo
Escrito por hallofon a las 14 de Junio 2004 a las 10:51 PMTranqui, muchacho. Yo tengo dos quistes sebáceos en la cabezota y cuando me empezaron a crecer me asusté bastante, pero son inofensivos. Y me los voy a quitar únicamente para que no piensen que soy "el hombre de tres cabezas". Además, no te va nada compadecerte de ti mismo. Cuéntanos pronto.
Escrito por Juato a las 15 de Junio 2004 a las 12:24 AMTranquilo, que ya sabes lo que dicen: mala hierba nunca muere.
Escrito por El Tato a las 16 de Junio 2004 a las 12:15 AMBuff o sé no sé, después de haber visto las pelis de zombis yo no estaría tan tranquilo... ¿se mueven los bultos? ¿cada mañana te los encuentras en sitios distintos?
Algo se está gestando....
Gracias a todos por vuestros gestos de ¿ánimo?. Ya he ido al médico y me han dado hora para hacerme una ecografía. El caso es que como es la seguridad social la hora me la han dado para dentro de un mes y medio y paso de estar rallado tanto tiempo. Ya se verá...
Pancreas: Ahora que lo dices me ha aparecido una pintada en el pecho esta noche que dice "Kuato lives!". ¿Crees que significará algo malo?
Anda que no duelen los quistes esos, a mí me salió uno en toda la frente y veía las estrellas. Fui al médico (privado, que si es de la seguridad social acabo Hellboy total), me dio una pomada y ¡adiós al cornúpeta!
¡Mucho ánimo, a leer Soul Music y a reírse de todo!
Sí, tú tranqui que seguro que son un par de quistecillos. A mí me salió uno exagerado debajo de la barbilla. Me acojoné muchísimo cuando se empezó a hinchar, pero luego (mientras esperaba a que me lo extirparan) me dedicaba a decir a las mujeres que era un tercer cojón y que de alguna manera iba a tener que liberar el exceso de testosterona mientras esperaba la operación.
No, no funcionó :-)
Abrazo!