11 de Junio 2004

Batiburrillo de tó...

Bueno, al fin tengo Soul Music y ya he podido leerme las primeras páginas. Lástima que recuerdo la historia mejor de lo que creía al habermelo leído en Inglés hace un año pero espero disfrutar con las ocurrencias de traducción de Manu. Confío en tí, compañero.

Hoy me he dado cuenta de que ya se echa encima el verano y empiezan un montón de eventos a los que me gustaría asistir. El Metalmanía, el Wacken Open Air, alguna sesión de sexo en compañía de una mujer... ejem, vamos que sigo igual que siempre, más hambriento que una hiena. Últimamente no tengo gran cosa que explicar en temas de mujeres, la verdad. Si antes ya era triste, ahora no tiene nombre porque además, como siempre, se cumple el algorismo de Santo Tomás y las mujeres este año están más buenas y enseñan más. Malico estoy, por Dios...
Pero no me quiero desviar del tema. Los megaconciertos son una forma de pasar unas mini-vacaciones cojonudas. Estás de fiesta, bebes, vas a la playa, ves grupos en directo y hasta puede que ligues y todo. Eso dicen. Por eso yo decidí probar suerte hace unos años y me fui con los colegas al Rock-Machina, que ese año se hacía en Castellón y, la verdad, me lo pasé pipa. Y no sólo por haber tenido el privilegio de ver a grupos como In Flames, Gammaray, Kamelot, Simphony X, Axel Rudi Pell o Lacuna Coil en directo, sino porque asistí al evento más grande mi vida en el que reinaba un buen rollo acojonante, la diversión era un no parar y yo desconecté realmente de todo durante un par de días. Normalmente de vacaciones uno no desconecta demasiado porque está en otro sitio pero no deja de pensar en sus problemas o en la vuelta o en la primera mierda que pasa por su cabeza. Pero en un mega-festival es complicado no dejarse llevar por el ambiente que reina. La gente está chispeante (borracha), la música es atronadora y a la que hace un poco de calor las mujeres se destapan con rapidez. ¿Qué más se puede pedir? En esas condiciones uno suele ser presa fácil del alcohol y las ganas de fiesta y se pone a corear cuanta canción escucha y a botar como un loco a la más mínima (al menos las primeras horas. Luego ya no hay quien se menee del dolor de piernas). Me lo pasé bien, muy bien y me entraron muchas ganas de repetir. Lo que pasa es que con mi ex-novia el tema no iba demasiado y no pude volver a escaparme. Ahora que vuelvo a estar soltero la idea ronda por mi cabeza pero choca frontalmente con mi jefe, que se niega a darme un par de días de fiesta para que vaya a Valencia a emborracharme como Dios manda... Una pena.
Bueno, supongo que para septiembre, cuando esté de vacaciones en Benicassim ya tendré tiempo de agarrarla gorda como un pecao e intentar aproximarme a las nativas, a ver si quieren catar el producto típico de la tierra catalana. No sé por qué, pero me da que va a ser que no, como siempre. Bueno, a ver si allí logro conocer a una troupe de gente que tengo ganas de conocer, Manu a la cabeza e irnos de borrachera mundodisquera por las calles del pueblo. Ay, no! Que el Veti no bebe... Bueno, algo se hará...

Se nota que no sabía lo que iba a decir en el post, verdad? xDD

Escrito por Anakinet a las 11 de Junio 2004 a las 05:27 PM
Comentarios

Naaaa...

Escrito por Manu a las 14 de Junio 2004 a las 02:05 PM
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