Here I go again! Después de pasar la resaca post-coital de alegría y sonrisas disparadas indiscriminadamente estoy de vuelta. Creo que os debo una explicación más o menos cronológica de los hechos ya que me limité a soltar la noticia sin más obcecado por las endorfinas.
La verdad es que pocas cosas podían apuntar a tal final cuando empiezan las causas de éste. La cosa empieza, más o menos, cuando mis padres se largan por fín de vacaciones y me dejan más sólo que la una en mi casa (bueno, con el gato). Digamos que a mi me ENCANTA quedarme sólo por varios motivos. Tradicionalmente disfruto con estos momentos de recogimiento porque puedo fumar en toda la casa, disfrutar del cine en casa sin que nadie me moleste, poner música al volumen que me rote y, en general, meter a quien me dé la gana en casa para hacer lo que quiera. Esto suele incluir meter mujeres en mi cama para hacerles lo que se dejen hacer, claro. Es más, en los últimos años ha sido habitual que tuviera novia y que aprovechara la ocasión para convivir unos días con ella, fuera quien fuera. El caso es que este año eso quedaba descartado y yo pensaba que no sacaría provecho de mi soledad. Así que opté por hacer lo segundo en la lista, i.e., traerme a los amigos a casa a beber con tranquilidad. Además, como no tengo que rendir cuentas a nadie de la hora a la que me acuesto, pues aproveché para llamar a mi primo, organizar un botellón y la posterior fiesta en Sabadell aprovechando los jueves universitarios en los que tantas y tantas mozas encuentras.
Vino a eso de las 10 y media con la botella de J&B y unos cuantos redbuleses y aprovechamos el DVD para revisitar "El otro lado de la cama". Nos estuvimos riendo a mandíbula batiente durante el par de horas gracias a la grandísima interpretación de los actores y al cuidado guión de la película, amén de la borrachera que se estaba gestando en nuestro interior.
Cuando acabó la película nos fuimos para Sabadell y nos metimos en un local del que teníamos buenas referencias. La verdad es que el garito tenía muy buen ambiente (quitando la música, claro. Pero es que hoy en día la música es una mierda, ¿qué le vamos a hacer?). Nos pedimos un cubata más y bailamos un ratito aunque yo me empezaba a encontrar bastante incómodo. Me sentía como acalorado, cosa que no suele ir acompañando a una buena borrachera porque lo típico son los sudores fríos y yo no los tenía en absoluto. Me empezaron a entrar nauseas y, recordando a los inquilinos que tengo en la bolsa desde hace un tiempo, me entró el acojone y le pedí que me llevara a casa.
Después de discutir un rato, aceptó y me dejó en la puerta de mi casa. Nada más abrirla me lancé disparado hacia el lavabo con las nauseas pulsando en la garganta. Obviamente eché hasta la primera papilla (o eso creía yo). Me fui a la cama más tranquilo y me acosté. Unos minutos después salté de nuevo del catre para volver a vomitar sorprendentemente. Esta vez no fue tan fácil porque había que expulsar el residuo sólido de la cena y yo no destaco por mi facilidad para vomitar. El caso es que cuando pude incorporarme ví que las secuelas típicas estaba por mi cara. Toda la frente perlada de manchas rojas y moradas del esfuerzo, aparte de un ardor en la garganta que presagiaba una afonía que aún hoy me dura. Aparte eran ya las 3 de la mañana y aún me encontraba bastante mal. Intenté dormir pero me costó lo mío y supe que no estaría listo para trabajar a las 8 de la mañana...
A dicha hora pegué de nuevo un salto de la cama, pero esta vez no conseguí ni llegar al lavabo. Vomité en medio del salón dolorosamente. Mi vientre ardía y tenía escalofríos por todo el cuerpo. La angustia no remitía así que decidí (tras limpiar los restos) llamar al trabajo para avisar que no iba y a mi hermano para que me trajera algo para las nauseas.
Me lo trajo, lo tomé, pero la cosa sólo mejoró ligeramente. Ya no tenía nauseas ni vómitos, pero sí diarrea y afonía profunda por lo que tuve que salir de casa para comprar algo de zumo de manzana y, de paso, avisar en el bar que esa noche era harto difícil que currara. Allí me informaron que no era un caso aislado, que hay un virus suelto que provoca esos síntomas y que la cosa iba para largo porque había habido casos de gente que los había tenido durante tres semanas.
Así que pasé el resto del día durmiendo a deshoras y fatigado por la fiebre y la falta de alimentos y agua. Me estaba deshidratando lentamente...
El sábado amanecí mejor. La diarrea se había cortado y las nauseas hacía horas que no me acosaba. Lo único que no había mejorado era mi garganta que estaba destrozada. Llamé de nuevo al bar para decirles que no me encontraba bien aún pero me dijo mi jefe que hiciera un esfuerzo porque andaba muy justo de gente por una serie de circunstancias. Así que me fui a trabajar y me sentó mejor de lo que esperaba. Me animé mucho e incluso me arriesgué a comer algo suave.
Cuando ya me iba para casa me asaltó la misma inquietud de cada fin de semana. Un día sin salir es una oportunidad de ligar que se pierde irremediablemente. Como en el anuncio de J&B (¿Y si hoy pasara?). Se lo comenté a mi compañero y me dijo lo mismo. Sal.
Y salí. Llamé de nuevo a mi primo y nos fuimos por ahí. Él hacía cara de cansado y me lo corroboró. Yo estaba con muchas ganas y encima la noche parecía proclamar a los cuatro vientos que aquella era mi noche. No perdí ni una partida al futbolín y hasta la camarera habitual que me tiene loquito estuvo tonteando conmigo.
Ví a la chica en una esquinita y me fui a saludarla como hago siempre. Nos llevamos muy bien desde que nos conocimos hace unos meses y, aunque no hemos intimado mucho, sí que nos hemos reido bastante. La ví muy sóla y me decidí a estar con ella un rato. El caso es que nos lo estabamos pasando muy bien y mi primo vino a informarme de que se iba. Yo le dije que ya me iría andando, que me quedaba por ahora.
Al cabo de un buen rato ella me dijo que se iba y algo hizo "clic" en mi cabeza. No estaba dispuesto a dejar que se fuera así como así. Le acompañé a su coche y nos quedamos hablando un rato más sin el molesto ruido de la música a todo volumen.
Allí fuera estábamos más cómodos y se nos empezó a hacer bastante tarde para estar en la calle así que le propuse que viniera a mi casa a continuar con la charla. Un poco a regañadientes por la hora que era aceptó. Al fin y al cabo no es ninguna niña sino toda una mujer de 30 años por mucho que aún viva con sus padres...
Allí, en la intimidad de mi casa y con unas fuerzas renovadas por haber llegado a ese punto, desplegué todo mi arsenal pesado de seducción el cúal incluye una sesión de masaje de espalda, hombros y pies, buena conversación y muchos mimos.
Al cabo de un par de horas estaba desecha ya, durmiendose mientras le acariciaba el pelo. Era el momento de atacar el cuello, suavemente, mordisqueando con dulzura la sedosa piel mientras arrancaba suspiros de placer de su garganta...
El resto es menos romántico y más de peli porno, como podeis suponer, pero no es cuestion de dar detalles. Sólo precisar que, para haber estado tanto tiempo sin hacerlo, no he perdido nada de técnica ni de habilidad. Que puedo contar una usuaria contenta más y que para haber estado sólo una hora en faena me sentó bastante bien. Sólo espero poder repetir... :-)
Ahora estoy a punto de salir del trabajo y enfilo hacia Blanes donde pasaré la noche de hoy con mis amigos. Mucho, mucho, mucho más tranquilo... xDDD
Escrito por Anakinet a las 23 de Junio 2004 a las 06:29 PMPues la cosa tiene su mérito para haber pasado la noche anterior tan fatal.... No se si yo hubiera tenido ganas. El sábado sabadete tenías que estar deshidratado y por tanto hecho polvo.... pero cuando hay ganas..... jejejejeje.
¡¡¡¡Salud!!! Y espero que repitas.
Escrito por Ethan a las 23 de Junio 2004 a las 09:04 PM
Mierda...
Yo como vomito como si comiera palomitas y cuando acabo sonrio a mis amigos y les digo que no es nada, pues no follo...
Bien, bien... La proxima vez, me retorceré por el suelo...
Oye, igual mi problema es que casi nunca pillo la gripe. Yo soy más de resfriado eterno que ni viene ni va y de crisis de bronquitis asmática, pero ya está. Ni he pasado el sarampión ni la varicela ni enfermedades de esas exóticas. Y seguro que, por hablar, pillo algo. Lo que sea menos pillar cacho....
Escrito por Veti a las 23 de Junio 2004 a las 10:06 PMJoder, esto parece "Crónica de un polvo anunciado". Aunque es cierto que con los antecedentes nadie diría que acabarías triunfando. Al final va a ser verdad eso de que "No hay mal que por bien no venga". Ah, y yo cumlo 30 dentro de nada y también vivo con mis padres...
Escrito por Juato a las 24 de Junio 2004 a las 01:10 AMFelicidades machote!
Aun mermado, siempre dispuesto a dar el callo ;)
Y ahora fijo que vas mucho más relajado ^^
Escrito por Jamfris a las 28 de Junio 2004 a las 12:25 AM¿Mordisco suave en el cuello? Lo tendré que probar.
Yo es que siempre empiezo con un firme y solemne pollazo en la frente, y al parecer no a todas las mujeres les gusta eso (incomprensible...)
Puede que sea porque la inconsciencia provocada por traumatismo craneo-gonádico no sea muy excitante...
Escrito por Anakinet a las 30 de Junio 2004 a las 10:39 AM