20 de Mayo 2004

Belleza en Barnacity...

Hoy hace un día de cojones. De verdad. Me he estado paseando por Barcelona y con el solecito que hacía apetecía realmente hacerlo. Yo no soy muy dado a hacerlo, suelo considerarlo una pérdida de tiempo pero hoy, hoy ha sido diferente.

A riesgo de que me llamen machista (que lo harán, con Angua a la cabeza) diré que el gran incentivo que he tenido para darme un largo paseo por los alrededores de Sants han sido la inmensa cantidad de mujeres que había rondando por ahí. Sí, amigos míos, el eterno tema de Anakinet, las mujeres. Reconozco que me paso medio año esperando al calorcito para poder ver a todas esas chicas paseando ligeritas de ropa. Es un placer divino, de los más elitistas que conozco. Barcelona se pone por estas épocas preciosa, en gran parte debido a lo dicho. Los arboles verdes, el aire un poco menos cargado y cientos y cientos de mujeres hermosas paseando por ahí y enseñando carne. Es hermoso, pardiez!
Como es obvio y se ha comentado miles de veces, la mujer es un ser intrinsecamente bello. Todo en ella está diseñado para parecer hermoso. Las curvas, los colores, el brillo de sus ojos y labios, la sedosidad de su cabello, la elegancia de sus movimientos... todo incita a la observación, al deleite. Cuando no se sienten observadas es gratificante analizar sus movimientos cadenciosos, sus andares sensuales a su pesar, sus gestos instintivos de coquetería. Llaman la atención involuntariamente, roban miradas allá por donde pasan de hombres que, como yo, no pueden evitar rendirse a la evidencia de que Dios (o el Arquitecto) está detrás del diseño de esos muslos, esas caderas o esos pechos. Lo vuelvo a reconocer, soy un mirón. un pequeño voyeur que posa sus ojos indignos en todo especimen que pasa cerca de él. Y no quiero (aunque no puedo evitarlo) quedar como un baboso que acosa a las mujeres. No hay nada de eso en mi proceder. Es, de forma tan simple como devota, amor en estado puro. Sí, es cierto, amo a todas las mujeres que encuentro en mi camino y que atraen mi vista. Las amo unas centésimas, unos segundos como mucho para luego seguir con mi vida y ellas con las suyas. Durante un instante me siento atrapado por algo, por algún hermoso detalle de ellas que me incita a mirarlas con cierta timidez, con cierto miedo a ser descubierto en una práctica que tan mal vista está en la actualidad pero que tan usada es como inevitable resulta. ¡Cuantos ojos he admirado en mi poltrona del tren mientras finjo estar absorto en mi lectura! Adoro ciertas tipologías de mujer y no puedo evitar sentirme fascinado cuando las veo. Morenas de ojos verdes y menudas, pelirrojas de ojos esmeralda y piel blanca, altas y estilizadas castañas de ojos negros... todas ellas forman arquetipos que busco en mis quehaceres diarios para luego verlas un segundo, extasiarme y apartar la mirada para no volver a verlas jamás. Nunca en la vida se me ha ocurrido acercarme a ninguna de ellas y expresar lo que ese segundo ha significado. No creo que lo entendieran y mucho menos viniendo de un tipo tan vulgar como yo. Creo que hago bueno el dicho de que la belleza se encuentra en los ojos del que mira. Yo siento la belleza, la intuyo, está dentro de mí y la encuentro allá donde miro. He encontrado la belleza en tantas mujeres durante mi vida que me sentido abrumado por ello. Algunos dirán aquel tópico de que me gustan todas. Puede ser, pero no hay nada de malvado en ello, bajo mi parecer. Creo que todas tienen algo en común que las hace bellas aún a pesar de los defectos evidentes que puedan tener. Algo esencial de belleza que las comunica a todas ellas y las engloba dentro de un mismo género que soy tan capaz de reconocer. Algo que las entronca a todas y las acerca al concepto de belleza, de divinidad, de perfección. Puede que sean mis instintos de hombre que me hacen sentir que todas ellas pueden ser las madres de mis retoños o puede que sea una parafilia que me retuerce el alma desde hace muchos años. No lo se. No puedo afirmarlo. Sólo sé que cada vez que alguna capta mi mirada velada y me sonríe en señal de comprensión, soy un poco más feliz...


PD: Se me olvidó comentar que alcancé los 500 comentarios el otro día y que tenía intención de agradecer a esa persona en concreto su colaboración en mi blog de alguna manera. Al hacerlo a toro pasado puede ser que quede más falso que Judas pero quiero anunciar que el ganador es .... emoción, intriga, dolor de barriga.... ¡Veti! Aún no sé cual va a ser el premio, pero algo se me ocurrirá. De momento, muchas gracias a tí , Veti por tu comentario y todos los demás por los 499 restantes.
A los 1000 hablamos. :P

Escrito por Anakinet a las 20 de Mayo 2004 a las 07:55 PM
Comentarios

Acojonaos. Que sois unos acojonaos.

Escrito por angua a las 20 de Mayo 2004 a las 08:24 PM

¿Yo, yo? Gracias, me he emocionao y tó, en serio. Mira, aprovecho una de las caritas japos de Jamfris (^_^;) Nada, intentaré seguir tan pesao como siempre.

"A riesgo de que me llamen machista (que lo harán, con Angua a la cabeza)"
¿Ves, ves cómo tu fama te precede, Angua? Si es que te pico para que me sigas odiando, que le he cogido gustillo y todo.

Aconsejo gafas de sol de la ONCE para mirar sin levantar sospechas. Vamos, o eso me han comentado... Eso sí, lo de agacharte a recoger una moneda que se te ha "caído" para verles las enaguas ya canta mucho. Son desvaríos de juventud (con 12 añitos y ya pervertido), tranquilas, que ahora estoy reformado y soy inofensivo.

Escrito por Lord Vetinari II a las 20 de Mayo 2004 a las 08:32 PM

Qué fama exactamente?

Escrito por angua a las 20 de Mayo 2004 a las 08:35 PM

> Vamos, o eso me han comentado... < (Veti)

Ya. Claro.

Respecto al tema del post, creo que los que más claro lo tenían eran los Tom Bombadil (sí, grupete de Castellón), en una canción de su primer disco: "Me gustan las chicas de esta ciudad / cuando llega el verano salen a pasear / yo no sé qué les dan sus papás de comer / pero están cada día más bueeeeeeenas...". (Ahora no me sale el nombre de la canción, mierda.)

¡Abrazo, Anakinet, que últimamente me puedo pasar poco!

Escrito por Manu a las 20 de Mayo 2004 a las 08:52 PM

Otro para tí, Manu!
Y me gusta esa canción, tengo que conseguirla para ponermela en el móvil... :P

Escrito por Anakinet a las 20 de Mayo 2004 a las 08:55 PM

>> Qué fama exactamente?

¡Maaaaama, Angua me quiere pegar! Fama de feminista, claro. Más merecida, menos merecida, pero fama, al fin y al cabo. Igual que yo puedo tener algún día fama de machista si me lo curro lo suficiente. Y si te aburres, échale un vistazo a: http://parentesis.zonalibre.org/archives/040767.html

Escrito por Lord Vetinari II a las 20 de Mayo 2004 a las 11:30 PM

¿Y por qué os da miedo que yo sea feminista? ¿Es que las feministas son monstruos de doscientos ojos que se comen a la gente?

Escrito por angua a las 21 de Mayo 2004 a las 12:21 PM

¡ESO!

Todo el mundo sabe que las feministas no se comen a nadie, solo los mascan un poco y luego los escupen.

Ah, no, eso eran los trolls...

Escrito por Aranluc a las 21 de Mayo 2004 a las 01:03 PM

Ná, si después de lo del ligoteo con Booby aquí ya nadie se escandaliza de nada :-)

Escrito por Manu a las 21 de Mayo 2004 a las 11:53 PM

Hace un tiempo, unos amigos me contaron algo muy curioso que les había ocurrido un día que habían salido a dar una vuelta por un centro comercial, para hacer lo mismo que tu, Anakinet, por Barnacity. Estaban sentados mirando, cuando se fijaron en un grupo de chavalas, de estas que no son conscientes de que esa no es su talla, y que de hecho casi ninguna talla es la suya. Entonces, uno de ellos dijo: Pero mirad a esas tías, que asco dan, ¿qué coño habrán venido a hacer aquí? (no lo dije yo, haya paz, tranquila Angua, ¿eh?, vamos a llevarnos bien). Y otro contesto: lo mismo que nosotros.

Para que luego digáis que los hombres somos unos salidos, vosotras también lo hacéis.

Escrito por El Tato a las 22 de Mayo 2004 a las 12:32 AM
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