4 de Agosto 2004

¿Conoce Vd. a Dios? ¿Al de mecagüen?

Estaba a punto de poner un comentario en el último post de Somo y me he dado cuenta de que el tema daba de sí y que no iba a desperdiciar una de las cosas que puedo contar en un comentario cuando puedo hacer un post enterito sobre ello.

Explicaba Somo cómo contestaba a una telefonista que le ofrecía cursos de informática y me ha hecho gracia porque es cierto que este tipo de trabajos no te preparan para según qué respuestas y suelen provocarse situaciones graciosas. Yo, que para estas cosas soy también bastante tocacojones, no suelo extenderme mucho más que nada porque a mí nadie me llama aunque también sea consultor informático. Pero sí que es verdad que tengo una suerte tremenda con otro tipo de comerciales. Los comerciales de Dios. Sí, el de mecagüen.

Hay muchos tipos de estos seres por las calles pero más o menos tienen los mismos rasgos. Van de dos en dos, tienen carica de follar más bien poco y siempre llevan una carpetita con mierdas, flyers de la última fiesta con DJ JC y trípticos con las ventajas de la crucifixión. Los testigos de Jehová suelen ser mujeres, los Mormones hombres. En el fondo todos buscan lo mismo, que seas como ellos y les des cuanto dinero tengas en esta vida, aparte de tu alma inmortal y tu cerebro. Yo los trato a todos igual ya que, al fin y al cabo, no creo que haya muchas diferencias entre ellos. Bueno, los mormones tienen más gracia porque hablan así como mal y son como los alemanes de Salou pero en más pesao.
Y no puedo decir que no conozca lo que proponen, eh? Tengo la sana costumbre de escuchar lo que la gente tiene a bien intentarme vender no fuera a ser que fuera un chollo y yo no lo supiera. Yo, como buen católico censado, fui bautizado al poco de nacer (para que no pudiera decir que no) y, además, hice la comunión. Es más, hice catequesis dos veces, una por obligación y otra por hobby. Me leí la Biblia. Dos veces. Estuve incluso en el salón del reino de los testigos de Jehová y canté un par de canciones con ellos para ver si pillaba el puntillo. El caso es que no, no le ví la gracia a adorar a un tío/a que habita un sitio de puta madre y que se dedica a ponernos pruebas para ver si somos unos pringaos como él quiere o nos arriesgamos a perder el paraiso por un muerdeme una manzana. Vamos, que al colega le faltó poner neones alrededor de la Fruta Prohibida haciendo marqueting, coño! En fin, que no, que no me coló el tema y tomé una postura entre escéptica-hijoputera que aún hoy mantengo. Tal vez el cura con las manos largas que me adoctrinó tenga la culpa. A lo mejor es que tengo dos dedos de frente. Chi lo sa?

El caso es que me sigue dando morbillo el tratar con estas gentes porque son de lo más previsibles y suelen tener problemas en cuanto les haces pensar un poco. Y yo, que a hijoputa no me gana nadie cuando me pongo, disfruto viendo sus caras sufriendo mientras sus creencias caen aplastadas bajo la tremenda fuerza de mis razonamientos y, sobretodo, por mis desconcertantes actitudes.

Al grano. Una de mis primeras experiencias con los vendedores de fé se produjo hace unos años en mi propia casa. Llegaron un domingo cualquiera y, aprovechando que yo dormía, le dejaron un libro a mi madre para que "meditara sobre lo que estaba haciendo con su vida". Yo, que tengo mal despertar, cuando mi madre me contó lo que había pasado decidí que ya me haría cargo yo cuando volvieran al domingo próximo, tal y como habían prometido. Cuando llegó el día mi madre no estaba en casa. Yo, que había llegado a las tantas, oí el timbre y supuse que no podían ser más que ellos. Fui a la puerta, miré por la mirilla y, efectivamente, allí estaban dos mujeres de unos 50 años con sus carpetitas. Abrí la puerta y les pregunté qué querían. Tardaron un poco en responder, cosa normal teniendo en cuenta que abrí la puerta tan y como suelo dormir, esto es, en gallumbos. Con la cara de sobao y las marcas de las sábanas en la cara les miraba como si no les viera demasiado bien. Me empezaron a explicar que habían pasado la semana anterior para dejarle un libro a mi madre y que querían hablar con ella. Yo, con cara de buen hijo, les hice ver que mi madre no se encontraba en casa en ese momento mientras me rascaba las pelotas con una mano dentro los calzoncillos enseñando to los pelos y parte'l nabo. Ni que decir tiene que las mujeres estaban con los ojos como platos y que no sabían qué decir. Les pregunté si querían alguna cosa más y como no me respondieron les tendí la mano para despedirme (evidentemente la mano que me acababa de sacar de la entrepierna con algún pelo rizado incluso), y ellas se dieron la vuelta para no volver nunca jamás. Aún guardo el libro por ahí.
Desde entonces parece que han puesto una marca en el mapa del Salón del Reino para evitar mi casa porque no han vuelto por ahí.

Así que ahora mis encuentros se reducen a los que suceden por las calles. Hay en mi barrio una mujer que lleva como 30 años intentando adoctrinar a los habitantes del lugar con bastante mala fortuna. A mí sólo me ha pillado dos veces y, la verdad, no he cruzado ni una palabra con ella. No me ha hecho falta.
La primera vez que nos cruzamos me entró con la impactante frase "¿Conoce Vd. a Dios?". No dije nada. Más que por el desconocimiento del individuo en cuestión porque no me podía creer que se estuviera dirigiendo a mí. La pobre mujer debía de ser muy corta de vista porque si hubiera echado un vistazo a mi indumentaria dudo que me hubiera dirigido la palabra. Le señalé con el dedo mi camiseta de Cradle of Filth en la que se podía ver a una mujer desnuda clavada en una cruz invertida, con lo que la mujer está abierta de piernas (y sangrando por su centro recreativo/evacuativo) mientras las manos las tiene clavadas juntas sobre su cabeza. Eso ya le hizo despejar muchas dudas que se disiparon completamente cuando me dí la vuelta y le señalé el mensaje que reza en la espalda :"Desire me like SATAN". Seguí mi camino mientras a la mujer se le pasaba el ataque de rezo compulsivo.
La segunda, consecuencia de la primera, fue cuando me la volví a encontrar, esta vez vestido para el trabajo con mi traje y mi corbata y me volvió a parar con la misma frase. Me limité a sonreir con mi mejor cara mientras la mujer me miraba a la cara, se callaba y me decía "Contigo ya hablé en otro día, no?" Asentí con la cabeza y entonces me reconoció y se largó como alma que lleva el Diablo. No lo ha vuelto a hacer nunca. De hecho cambia de acera cuando me ve...

Pero quizá el más impactante de los encuentros se produjo el día que me crucé, no con uno, sino con toda una familia de Testigos un domingo por la mañana. Padre, madre e hija de unos 7 años iban juntitos paseando bajo el sol y el pobre hombre tuvo la mala fortuna de pararme y querer convencerme de que fuera al Salón con él. Le comenté que ya había estado en el Salón del Reino una vez pero que las canciones eran muy aburridas y el bajo entraba tarde (creo que no pilló el chiste porque no se puso a cantar "There is a train"). Entonces me dijo que no era necesario cantar para estar con Dios. Yo le dije que no creía en Dios. Y ahí empezó todo.
Porque claro él empezó a intentar argumentarme todas sus creencias (creencias que por otro lado yo ya conozco) y me dejó replicarle con mis teorías científicas evolutivas. En un momento bastante acalorado de la discusión me soltó algo como "Claro, si hubieras leido la Biblia sabrías que ....". Cagada. "Es que me he leido la Biblia dos veces, machote, y eso que dices no lo pone en ningún lao". Eso le rompió bastante la carrera. Entonces, habiendo abierto brecha, pude meter palanca y hacer fuerza. "Tú crees que Dios considera el sexo malo?" "El sexo es pecaminoso y destruye el alma, claro que si" "Pues si yo tuviera una mujer tan mollar como la tuya me pasaría el día dandole caña" En ese momento decidió que ya era demasiado para su mujer y la niña y las mandó al salón del reino a esperarle mientras acababa conmigo. Sólo me logró aguantar unos 20 minutos más y luego ya empezó a ponerme excusas para largarse mientras me decía que en el Salón había expertos en teología que tendrían más nivel que él para hacerme ver lo equivocado que estaba. Rechacé la proposición amablemente y seguí mi camino. Lo cachondo del asunto es que el tío me caía bien y todo. Pero es que estaba muy limitadito...

Estas son las más sonadas de todas. Evidentemente ha habido muchas más (nunca aprenden) con otros elementos como aquella vez que paré por la calle a dos mormones para que me explicaran su credo. Los tíos se soltaron y me lo contaron todo mientras yo ponía cara de interesadísimo y al final me dieron su número y tal como me dí la vuelta lo rompí en pedacitos y lo tiré al viento. O aquella vez que me quedé escuchando a dos en la parada del bus haciendome el dormido mientras hablaban. Llegué a roncar y todo. Cuando ya empecé a dejar caer baba se fueron sin hacer mucho ruido y les escuché decir "Parecía interesado" "sí, a lo mejor es que no ha podido dormir mucho hoy".

Si es que, en el fondo, reconozco que me da morbillo meterme con ellos...

Escrito por Anakinet a las 4 de Agosto 2004 a las 12:51 PM
Comentarios

Yo en el instituto tenía un profesor de religión que dejaba irse media hora antes a las tías de clase. Como yo era el único que quería dar ética, en lugar de religión, pasaba de mí como de la mierda. El caso es que un día se puso a hablar de lo malo que era masturbarse, que eso nos produciría terribles trastornos cuando alcanzásemos la edad adulta, y a mí me dió por decirle que aquello era una chorrada. Como al tío se le calentaron los cascos, intentó hacer mofa y befa conmigo (y es que el pobrecito mío era muy tonto), de manera que le convertí en el mejor ejemplo de su propio teorema. Por supuesto, como buen católico y educador, dió ejemplo conmigo por haber hecho que treinta adolescentes se rieran de él castigándome aquella tarde. Me jodió tantísimo, que mascullé por lo bajini algo acerca de babas, tetas, faldas y machacársela frente al vestuario de las tías. Él me arreó con el borrador de la pizarra.

Fué una chiquillada. Lo mío quiero decir, porque lo suyo fué, directamente, una memez. El caso es que antes era de la opinión de dejar que cada uno creyese lo que le dé la gana, pero desde que cumplí los diecisiete me dí cuenta de que a la gente no le basta con eso, además necesitan juzgarte y obligarte a vivir como ellos quieran que vivas. Y eso sólo merece desprecio.

Ya he cumplido los 27, y aún guardo un borrador de pizarra para cada uno de ellos. Señores católicos: todas y cada una de las pajas de mi vida, junto a mis pocos polvos y, en definitiva, cualquier actividad que me haya llevado a disfrutar de mi cuerpo o del de otras (y a otras) personas van, en parte, dedicados a ustedes.

Escrito por Somófrates a las 4 de Agosto 2004 a las 04:41 PM

Ole!!

Escrito por Anakinet a las 4 de Agosto 2004 a las 05:04 PM

Los "Testículos de Jehová", como les llama un amiguete son la caña de España. Por mi barrio pululan algunos y los domingos se dedicana a dar la paliza a los vecinos e intentar coocarte algún librito de los que llevan (parecen libreros los muy...). Yo conseguí librarme de ellos para siempre cuando, muy educadamente, les dije que "mi forma de pensar me convertían en ecléptico-hermeneuta". Creo que todavía siguen plantados en mitad de la acera, intentando comprender mis palabras...
Posdata 1: Yo también he tenido que dejar mi curro recientemente, como consecuencia de una amargada hija de puta, que se ha pasado varios meses haciéndome la vida imposible. Sin embargo, esto me va a permitir acabar la jodida carrera de física (me quedan 4 asignaturas). Como se suele decir no hay mal que por bien no venga, Ánimo, muchacho.
Posdata 2: ¿"centro recreativo/evacuativo"? Creo que es la mejor definición de las partes pudendas femeninas que he tenido el placer de escuchar. Y pensar que esa cosita tan pequeña y poco estética nos lleve de cabeza a casi todos...

Escrito por Juato a las 5 de Agosto 2004 a las 01:42 PM

Yo también les llamo Testículos de Jehová, es un nombre que les describe mejor.
En cuanto al curro no me preocupa mucho, la verdad. Ayer me estuve informando de cómo conseguir el paro fácilmente y he dado con una la mar de sencilla. Ir a una ETT y pedir curro para un día. Así de sencillo.
Lo del nombre dado a las partes pudentas es la transformación de un chiste que dice que mira si el ser humano está mal hecho que tiene el centro recreativo al lado del desagüe... es simplemente genial.

Escrito por Anakinet a las 5 de Agosto 2004 a las 02:35 PM

Yo tiendo a utilizarlos para practicar el inglés hablado. Si les veo pinta de guiris y tengo un rato libre, me dejo parar. Normalmente les sigo la charla intrascendente un rato porque, supongo que por mis pintas, no me sacan directamente el tema de dios. Y yo les dejo hacer y soy remajísimo con ellos. Hasta que me mientan al altísimo, claro, momento en que les suelto el "I don't believe in god" más seco que puedo y me espero a ver cómo reaccionan. Normalmente se largan (y yo les doy las gracias por el ratito de práctica oral), pero una vez me dijeron que DABA IGUAL QUE NO CREYERA EN DIOS, que podía pasarme por el centro de todas formas a dar clases de inglés. La putada es que entonces no se me ocurrió otra cosa que decirles: "Do you really think I need those lessons?", cuando podría haber estado charlando un ratito más.

Si es que en el fondo son un servicio público. Y no lo digo porque te puedas mear en ellos, aunque si les das un poquito de cuerda, casi casi, pobres lerdos...

Escrito por Manu a las 5 de Agosto 2004 a las 04:31 PM

Pues a mí la única vez que me han asaltado ha sido en Nicaragua!! Aquí nunca me escogen entre los demás incautos...
Estaba yo tirado en una hamaca disfrutando de la mañana cuando se me acerca un tipo y me empieza a hablar de Dios y tal... yo hasta ahora por lo menos siempre he intentado ser respetuoso y tal -y lo fuí- pero aluciné bastante con él.
Sin importarle el hecho de que estaba interfiriendo en mi momento de relax no sé cómo acabé preguntándole que opinaba de que antes que los seres humanos fueran los dinosaurios los que habitasen en este planeta... que explicación le daba a esto, fue un intento fallido de Dios? Fueron unos que se le adelantaron a su creación?? Simplemente me dijo que todo lo relacionado con los dinosaurios era pura fantasía y que se sabía muy poco.

De acuerdo chaval, déjame dormir...

Aún y así yo no los insultaría de forma tan generalizada porque creo que el especímen de "hijo de puta/pedazo de cabrón/simplemente gentuza" se halla con más frecuencia -es mi opinión- entre los que atacan despiadadamente a todo lo que tenga que ver con alguna religión que los que se sienten partícipes de estas.

Me puedo equivocar.

Escrito por el hombre máquina a las 10 de Agosto 2004 a las 11:21 PM

Interesante la manera como ustedes destrozan criticando a la demas gente, y que interesante que no se detengan y se miren ustedes mismos....

No podrian siquiera respetar un cachito las creencias de su semejante??

EL respeto al derecho ajeno es la Paz..!!

Escrito por Eduard a las 22 de Marzo 2005 a las 04:13 PM

Qué lindo! A ellos los saco cagando cuando vienen a hablarme, pero les hago dejarme las revistitas que regalan.. adoro leertlas. Hasta las colecciono. Los dibujos multirraciales de gente sonriendo y los textos poco serios y elaborados son bizarrísimos.

Escrito por Mr.Roboto a las 17 de Octubre 2005 a las 03:42 AM

Muy buen blog, me encantaron las anécdotas.

Yo suelo perseguirlos por la calle para que me den sus benditas revistitas, para así tener jugoso material.

Os invito, si te parece, visitar mi humilde blog (http://www.satanikus.tk), cada tanto posteo alguna incursión en las viejas salas cristianas/TJ/evangelistas/etc. de chat del Msn, entre otras cosas.

Escrito por Satanikus a las 17 de Octubre 2005 a las 03:47 AM
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