30 de Septiembre 2004

Fobías, filias y manías...

Hola amigos. Hoy, por primera vez desde hace muchos, muchos años voy a abrir una parte de mi corazón que he mantenido a cal y canto todo ese tiempo y que apenas recordaba. Creo que va siendo hora de enfrentarme a ello al igual que he afrontado otras fobias y manías delante vuestro en este último año. Hoy os voy a hablar de la peor época de mi vida. Una que hasta me cuesta recordar porque quedó sepultada bajo toneladas de culpabilidad, dolor y angustia. Hoy voy a hablaros de mi infancia.

No sé si os acordareis de la tipología de mi familia, creo que os la he comentado alguna vez en posts anteriores pero voy a hacer un pequeño resumen porque creo que ayudará a entender algunas cosas.
Soy huerfano de padre de nacimiento, él murió seis meses justos antes de que yo naciera víctima de un cáncer de colon que le consumió en un año justito. Soy, como se podría decir, su última obra, producto de la confianza en que su propia enfermedad no le permitiría funcionar a nivel sexual. Debo decir que me alegro de que se equivocara. Mi madre ha sido para mí siempre una mujer mayor ya que tiene cuarenta años más que yo y, de paso, también son bastante mayores mis dos hermanos, uno once años y el mayor dieciseis. Se puede decir que prácticamente me he criado en manos de extraños porque mi madre trabajaba limpiando suelos todo el día y mi hermano mayor se puso a trabajar con dieciseis años, así como mi hermano mediano. Fui enviado a la guardería con apenas dos años con la que precisamente años después sería mi cuñada. Ella encontró la panacea para que el niño se estuviera quieto y no diera por culo y le debo a ella el haberme dado mi mayor afición, el enseñarme a leer con apenas dos años y medio (es lo único que le debo, eso sí).
Mis primeros años de escolaridad fueron bastante malos debido a ello, ya que era el único niño de parvulario que sabía leer y solían colgarme a mí el marrón de leerles los cuentos a los otros que no sabían. Ello, con la tierna edad de cuatro años, fue mi primer hecho diferencial y provocó no pocos rechazos. Los niños no querían jugar conmigo porque era diferente y no fue hasta el curso siguiente, 1º de EGB, que logré entablar alguna amistad en aquel curso en el que pasaría ocho largos años.
En primero conocería a algunos de mis mejores amigos durante esos años, como Alberto, un chaval muy delgado (aún sigue siendolo) que tenía los mismos problemas de desarrollo que yo y eramos los más bajitos y niños de la clase año tras año. También estaba David García, un chico muy problemático e hijo de una pareja de Testiculos de Jehová que fue la única persona en esos ocho años capaz de conseguir que me castigaran y de, encima, pasarme el castigo de puta madre con él. También estaba otro David del que no diré el apellido que fue uno de mis mejores amigos con el que veía mis primeras pelis porno en su casa, que me enseñó a masturbarme con ocho años en condiciones y que, desgraciadamente murió en accidente de tráfico hace seis años. Aún lloro por él de vez en cuando, no puedo evitarlo. Hace poco me volví a encontrar a su hermana a la que parece que le gusto pero no puedo evitar pensar en él cuando hablo con ella y no me parece apropiado. Recuerdo también a la pandilla del balonmano, integrada por estos y otros más como Jordi, David (había muchos), Pedro y otros más que nos ibamos después de entrenar a fumar a la vía y tirarles piedras a los trenes (ahora lo encuentro una aberración pero la verdad es que nos lo pasabamos pipa). Recuerdo a Bea, la niña de la que estuve enamorado esos ocho años y con la que, aún hoy, siento una punzada en el corazón cuando la veo. Recuerdo al grupo de niñas guapas/bien con las que jamás tuve la más mínima relación personal. Elena, Mari Carmen, Elisabeth, Laura o Eva. Fueron las primeras que encendieron mi deseo contenido en espasmódicos movimientos por las noches. Había más gente pero la verdad es que los años van borrando sus nombres y sus caras y cada vez me acuerdo menos de ellos por lo poco que significaron en mi vida.
He de decir que, a pesar de todos los nombres que he dicho, yo he sido toda la vida una persona muy solitaria y que nunca he tenido demasiados amigos de verdad porque siempre he sido muy raro a nivel personal (aparte de gordo y bajo). Mis relaciones nunca fueron muy profundas, ni siquiera en octavo y, después del viaje de fin de curso, menos todavía. En aquel viaje me tocó una habitación que no estaba mal, con Jordi y Jose y, la verdad, me lo pasé bastante bien pero cuando comparabas con el resto de habitaciones la verdad es que era una mierda pinchada en un palo porque los demás jugaban a poker, bebían, fumaban y los más afortunados (pocos) echaron algún polvete con alguna compañera. Encima yo estaba colgado de una compañera que, habiendo yo esperado mi oportunidad durante toda la semana para pedirle que bailara conmigo una de las lentas (qué tiempos aquellos... ains) me dijo que no para luego ponerse a bailar con el guapete de turno que le sobó hasta la gomilla de las bragas delante nuestro. Para olvidar. Lo único positivo de aquel viaje fue ver la final de la Copa de Europa en Wembley donde el Barça ganó a la Sampdoria por 1-0.
Pero no sólo del colegio vive uno. De pequeño he tenido más amigos en el pueblo de mis primos que en mi propia ciudad. El pueblo en cuestión está a apenas diez kms de aquí y pasaba los fines de semana aparte de las vacaciones con ellos. Allí conocía mucha gente pero reconozco que no era lo que se dice popular. Más bien era el imbécil del pueblo y todo el mundo abusaba de mí. Se reían de mí, de mi barriga, de ser un sabelotodo, de no tener amigos, de mi torpeza, de todo... Pero no me quedaba más remedio que seguir allí porque no tenía opción, mi familia no se podía hacer cargo de mí y allí pasaba las horas, intentando embeberme en mis lecturas y en el ordenador de mi primo. No quería relacionarme con nadie, no quería conocer a nadie ni hacer nada. Vivía en mi propio mundo de dolor donde nadie podía entrar. Con los años sólo hubo una persona que me llegó a conocer y saber lo que pasaba por mi cabeza en los momentos en los que las lágrimas empezaban a aflorar. Mi prima Miriam era y es un sol de niña. Ella es la que me propuso ir a Dublin y la que se ha quedado allí y, lo reconozco, la adoro. Es mi niña de pelo rubio ceniza y ojos grisazulados y tengo debilidad por ella desde siempre. Ella es la única que me ha entendido y entiende.
El resto eran una panda de bastardos a cada cual más garrulo que el anterior y se dedicaban a hacerme la vida imposible, especialmente mi primo Rubén con el que me llevo tres meses. Él, cabronazo mayor del reino, hizo de mis fines de semana territorio peligroso ya que no dudaba en pegarme, arañarme o insultarme cuando no llevaba la razón con tal de que se la diera. A él le debo las heridas más profundas que nadie me ha podido inflingir en mi alma y algunas de las de mi cuerpo. Toda la vida se ha reído de mí y ha abusado hasta la saciedad. Ahora ya no puede ya que el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio y ahora ya no soy tan bajito sino que mido más o menos lo mismo que él. Vale, puede que esté más gordo pero también es cierto que en una pelea le arrancaría la cabeza sin problemas. Aún así sería un parco castigo para tamaño bastardo. Pero bueno, eso forma parte del pasado. Al menos ahora me respeta.
En mi barrio siempre he tenido buenos amigos aunque ahora apenas los conserve porque con 16 años hice borrón y cuenta nueva y cambié de vida, de amigos y de ambiente pero aún guardo buenos recuerdos de los chavales de mi calle y alrededores con los que jugaba mis primeros partidos de futbol callejero. Mención especial para Jordi (otro más) que mintió a todos nuestros amigos para que se pensaran que podía eyacular diciendo que nos habíamos echo una paja juntos, cosa que no podía hacer ya que yo era un autentico niño por aquel entonces y no pude conseguir tal cosa hasta los 17 (justo a tiempo). Él fue uno de mis mejores amigos y aún nos paramos a saludarnos por el barrio aunque ya no es lo que era ya que él está casado y con dos críos y ya no tenemos nada en común. Pero sigue siendo un buen tipo a pesar de todo y siempre lo recordaré con cariño.

Como bien he dicho, yo no me desarrollé hasta los 17 años con lo que mi paso por el instituto (al menos los primeros años) no fue muy agradable. Todo el mundo se reía de mí igual que en el colegio (de hecho muchos eran los mismos) e incluso los ataques eran mayores ya que había gente con cuatro ó cinco años más que yo que eran aún más crueles. Por fortuna el primer año hice bastantes amigos de cursos mayores aunque aún me pregunto por qué, que hicieron que la cosa no llegara a mayores nunca. De hecho el primer año fue un puto infierno y os juro que más de una vez pensé en cortarme las venas para no volver a pisar esa clase. Lo bueno fue que al pasar de curso limpio dejé atrás a la mayoría de imbéciles que componían mi clase de primero y pude empezar a estar con gente que no me conocía de nada. De hecho el paso a tercero mejoró aún más y al repetir se dió el caso de que ya no iba con nadie de mi colegio, al menos a la mayoría de clases y empecé a conocer mucha gente nueva. Además en ese momento comenzó mi cambio físico que, como llevaba retraso, decidió tomar carrerilla y hacerlo de golpe. En poco más de un mes crecí veinte cms, perdí veinte Kgs y me hice todo lo peludo de piernas que soy ahora (los pelos del pecho tardaron un poco más, pero ya no venía de ahí). Con todos esos cambios no sólo saltó mi imagen de niño sino que fue acompañado de un cambio psicológico que anda pendiente de completarse todavía pero que ya ha recorrido muchos Kms.


El caso es que todavía hoy me cuesta recordar mucho cosas de mi infancia porque fue traumática y ha dejado secuelas en mi subconsciente pero últimamente me he enfrentado a uno de mis mayores demonios y creo que he salido bastante airoso. Una de las personas más comunes a lo largo de mi infancia era David, compañero de clase, de equipo y que, por azares de la vida, tenía una torre en el pueblo de mi primo. No puedo decir que haya sido especialmente malo conmigo aunque ahora aún lo relacione con algunos de los peores momentos que he pasado en mi infancia como aquel día que los amigos de mi primo y él mismo me quitaron la ropa a la fuerza a un kilómetro de casa y me hicieron volver desnudo y llorando. Él no participó activamente pero tampoco hizo nada por impedirlo y yo lo recuerdo por cosas así, por no ayudarme cuando lo tenía muy fácil ya que era el más fuerte de todos. Nunca hizo nada en contra mía pero tampoco lo evitó pudiendo hacerlo y le tenía mucha rabia. El hecho es que no nos habíamos visto en años y hace un año y medio que tuvimos el uno noticias del otro y fue cuando, precisamente, él empezó a salir con mi ex-novia a las dos o tres semanas de dejarlo. Ni que decir tiene que rabié como una perra y que ladré mi rencor por las esquinas en cuanto pude verla a ella y explicarle quién era ese con el que se había liado.

Y ahora me doy cuenta de lo soberanamente estúpido que fui. Desde hace una semana este chico y yo hemos venido quedando regularmente y de manera natural después de haber coincidido los tres un par de veces. Y me he dado cuenta de lo imbécil que fueron esos comentarios. Y de lo estúpido que soy.
Yo puse a parir a un tío que hacía diez años que no veía por cosas que apenas recordaba y guiado sólamente por un sentimiento de amargura hacia algo que representaba lo que más odio de mi vida: mi propia debilidad. Es por eso que he apartado prácticamente todos los recuerdos que tengo de mi infancia porque me recuerdan lo débil que fui durante todos esos años. Ahora mismo me importa una puta mierda lo que la gente diga de mí y no dudo en enfrentarme ante quien intenta abusar pero me sigue dando pánico el tratar con esa gente que vivió mi debilidad de una manera tan directa. Hoy, finalmente, lo he comprendido y, hablando con él delante de un café cojonudo, le he confesado todo lo que dije de él a su novia y él me ha dicho que lo entiende. Y hemos pasado la tarde juntos en mi casa jugando al ordenador y riendonos mientras nos explicábamos anécdotas de cuando eramos pequeños y de las cosas que nos han pasado en nuestra vida separados. Incluso hemos llegado a comentar cosas de las relaciones que mantuve/mantiene con su novia y nos hemos reido muchísimo poniendonos en el lugar del otro. Todo ha tomado sentido, todo se ha arreglado. Yo ya no siento celos de él ni él de mí y, sobretodo, me he reconciliado con una parte importante de mi pasado y creo que estoy listo para empezar a enfrentarme al resto de mis fobias. Así lo haré.

Escrito por Anakinet a las 1:07 AM | Comentarios (3)

27 de Septiembre 2004

Out of battery...

Agotado. Me encuentro de nuevo inmerso en una especie de rutina y eso está acabando con mis fuerzas. A pesar de que ya no trabajo en dos sitios siento como las fuerzas se me escapan. Supongo que después de tres semanas de vacaciones los primeros días son duros pero la verdad es que no me esperaba que me afectara de esta manera. Este fin de semana he tenido la sensación de volver a estar exactamente igual que hace seis meses. He empezado a trabajar en el bar y hoy me ha costado horrores levantarme de la cama y eso que no tenía nada que hacer ni ir a ningún sitio. Además, el resto del fin de semana, el rato cuando no he estado trabajando ha sido muy similar a todos y cada uno de los fines de semana del último año.

Creo que me estoy empezando a acomodar en esta situación extraña en la que me encuentro. Hace un año ardía en deseos de encontrar una mujer especial y empezar una nueva relación pero ahora mismo no tengo ningunas ganas en absoluto o, mejor dicho, no creo que sea algo que tenga que preocuparme ya que soy incapaz de encontrar a alguien interesante por quien beber los vientos así que no lo hago. La verdad es que apenas tengo ganas siquiera de salir de casa y me paso los días viendo capítulos de Friends (que he conseguido cuatro temporadas) y me esperan 50 Gb de películas descargadas por lo que no me agobio demasiado por estar en casa y no hacer nada. Debería ir al gimnasio o pasarme a hablar con mis amigos pero, sinceramente, no tengo ganas de que nadie más me restregue por la cara mi absoluto fracaso en el tema Irlanda. Me he cansado de escuchar "te lo dije" a todas horas, sólo tengo ganas de quedarme en casa y dormir. El caso es que no creo que esté deprimido porque no me siento angustiado como siempre que me pasa sino que, simplemente, me siento totalmente apático. No tengo ilusión por nada ni por nadie y sólo me apetece estar sólo y ver las interesantes vidas de Chendler, Monica, Ross, Rachel, Phoebe y Joey. Sin angustias, sin pruebas, sin que nadie me diga lo que tengo que hacer o decir.
Encima, por si no fuera suficiente, mi hermano me está poniendo en un brete y me siento mal por no poder decirle la verdad. Él quiere invertir el dinero que ha cobrado de finiquito de su último despido, una cantidad bastante importante, en abrir un bar conmigo. La idea no es mala, claro, pero no me pilla en un buen momento para hacerlo. Sin mí no puede hacerlo ya que el que tiene experiencia en el tema soy yo y depende de mí al igual que yo no puedo hacerlo sólo porque no tengo el dinero pero el caso es que ahora no, no puedo. Es uno de mis sueños, abrir mi propio local y ser el dueño de mi trabajo pero sé que hacerlo ahora sería un error porque no me podría implicar con la intensidad que se necesita, no me encuentro bien. Pero no puedo decirle eso porque él está desesperado por dejar su nuevo trabajo y embarcarse en esto. Lo único que he podido hacer hasta ahora ha sido darle largas a base de criticar cada bar que pasamos a ver. Al principio era fácil porque eran traspasos caros por locales pequeños y con mala situación pero ahora estoy en un callejón sin salida porque me ha llevado al bar que siempre soñé tener. Un gran espacio con buena situación en una buena zona y con un traspaso de risa. Por más vueltas que dí no pude ver un sólo buen motivo real para decirle que no así que simplemente le pedí que me diera tiempo para pensarmelo y para que pudieramos ir echando un vistazo a las cajas que se hicieran durante un tiempo y observar el movimiento de gente. Además le he hecho ver que si quiere recuperar la inversión pronto sería mejor abrirlo de cara a la primavera porque ahora es muy mala época pero creo que no voy a poder retrasarlo tanto. Me da pena no poder estar mejor pero, por más que lo intento, no logro salir de ésta apatía.
Sé que hoy no voy a salir de casa y eso que son sólo las tres del mediodía. He ido esta mañana a hacer un ingreso al banco y me sentía rendido andando por la calle. He comprado revistas suficientes para tener algo que leer en caso de que Friends me acabe cansando y veo que voy a pasar el resto del día así, en casa, sin moverme ni complicarme la vida.
Lo único que puede que acabe haciendo esta semana es, paradójicamente, algo impensable hace un par de meses. Por increible que me parezca incluso a mí he logrado empezar a llevarme bien con el nuevo novio de mi ex y hemos estado hablando mucho los tres. La verdad es que no es un mal tío y lo había juzgado erroneamente. El caso es que el otro día me llevaron a ver su piso y me he ofrecido a, ya que estoy en paro entre semana, echarles un cable en los últimos detalles que les falta por apañar. Supongo que si me llaman iré aunque ahora mismo la idea me resulta cansina por sí misma. En fín...

En otro orden de cosas me gustaría reabrir la convocatoria para ir a cenar al japonés de Barcelona de nuevo ya que la última vez que la hice acabó en agua de borrajas por desidia general. A ver si ahora conseguimos una mayor aceptación y podemos ir unos cuantos. Angua ya está avisada (Jamfris included) y me dijo que intentaría contactar con Rita (a la que tanto he/hemos añorado últimamente). Si alguien más se quiere apuntar que lo diga y ya buscaremos una fecha que nos vaya bien a todos. A ver si conocer gente nueva me ayuda un poco...

Escrito por Anakinet a las 4:18 PM | Comentarios (1)

22 de Septiembre 2004

Dublín, Dublín...

Pues eso, que como soy una persona de palabra, dije que estaría tres meses fuera y no he llegado a estar una semana. Problemas de ser pobre, joder!

Al final no ha podido ser porque en Ireland las cosas son preciosas pero los precios son carísimos y no estaba dispuesto a dar más de 500 € por una cama cochambrosa por el mero hecho de que estaba en Dublín. Para eso me vuelvo y me fundo el dinero en vino y putas que las segundas hay muchas en Dublín pero de lo primero poco, malo y caro.

Las cosas fueron más o menos así. Llegué al aeropuerto de Dublín el miercoles pasado a las 15:30 hora local. Lo primero que me llamó la atención, como no, fue el extraordinario buen tiempo que hacía. Unos 25 grados, sin rastro de nube alguna en todo el celeste techo de tan hermosa tierra. No pude evitar comentar a mi prima que el tópico era más bien falso y ella me sacó de mi error. Siempre llueve en Irlanda y eso era un falso espejismo como pude percatarme el resto de días que pasé bajo el plomizo cielo húmedo que siempre hay por allí. En el aeropuerto fuimos recibidos por la dueña de la casa que nos habría de alojar desde ese día, una mujer de unos 40 años con los dos críos en brazos. No se puede decir que los niños no son irlandeses, desde luego, rubitos con ojos azules con la tez blanca como la leche. Nos presentaron (a mi me tuvieron que decir los nombres un par de veces porque no me enteraba de nada de lo que me decían. Ni que decir tiene que me entró un canguelo enorme de ver cómo hablaban la lengua de Shakespeare esa gente). Mi prima se fue con la familia y a mi me llevó una amiga de ella (que por cierto estaba mollar como ella sola). Me estuvo comentando que tenía 29 años y tenía un hijo de 13. Haciendo cuentas me sorprendí de que esa mujer había parido con 16 años!! Luego, comentandolo con mi prima me dijo que era bastante normal por ahí, que hasta hacía relativamente poco el tema condones no estaba muy bien visto y era bastante usual encontrarse con niñas de 16 años con críos. Allá ellos...
¿Cómo es Irlanda? Pues la verdad es que he visto relativamente poco. He visto el centro de Dublín y un par de pueblos/ciudades de los alrededores y creo que el adjetivo que más le pega es bucólico. El tiempo es malo de cojones y todo está verde a rabiar pero la arquitectura es preciosa. No hay edificios muy altos y el aspecto general es increiblemente pintoresco. Las calles en Dublin son como en las peliculas, la gente es muy simpática aunque hablan como les sale del nabo y no les entendía hasta el tercer día o así. Pero es una buena experiencia. El centro de Dublin es muy cosmopolita, no así el extraradio que es como más de pueblo. En las tiendas de O'Connell Str. puedes comprar de todo y estuve salivando profusamente delante del estante dedicado única y exclusivamente al Maestro, el Hombre del Sombrero, Terry Pratchett. De hecho me llevé Jhonny and the dead y Nighwatch de recuerdo a muy buen precio. Y un FHM edición británica a 6 € el ejemplar, pero está bien, la verdad es que los británicos se curran mucho el tema editorial y da gusto pasearse por una librería.
Me costó horrores acostumbrarme a que conducen por el otro lado y estuve a punto de morir sepultado por un autobus al menos un par de veces por mirar por el lado equivocado.
Otra cosa horrible es que no se puede fumar en ningún sitio y eso es francamente deprimente. En Temple Bar estuve probando la mejor cerveza que he catado en mi vida pero me quedé a medio orgasmo porque no podía fumar, me tenía que salir fuera y llovía (como no). En el aeropuerto ya te ponen los carteles que fumar está multado hasta con 3000 € (qué exagerados que son, por Dios). Aunque bueno, fumar mucho tampoco se puede porque el Marlboro va a 6.25 € el paquete y no es plan. Menos mal que me pillé un par de cartones en el Duty Free del aeropuerto y no me ha faltado. Tampoco es que haya fumado mucho porque entre las prohibiciones y la lluvia no era plan. Y como encima apenas he bebido café porque en la casa que me alojaba se estilaba más el tea pues me he relajado un huevo y he pasado de fumar.
Lo que sí que he hecho mucho ha sido ver la tele. Tenía unos 1000 canales de TV por cable que han hecho mis delicias después de acostumbrarme a ver Friends en versión original subtitulada.

Las mujeres son bastante guapas en general aunque casi todas tienen barriguilla, cosa que no me extraña porque mira que llegan a comer mal, los jodidos bastardos. Lo más sabroso que me comí allí (aparte de una tortilla papas que me curré el último día) fue un Big Mac que me zampé en Dublin después de dos días a base de stew y chicken whith carrots. ¿Es que no saben usar la sal o qué? Lo que me dijo mi prima de que son muy putas por allí no lo he podido comprovar porque no he salido ni un solo día por ahí pero la verdad es que tienen merito, las pobres, porque con la rasca que cae van las tías con camisetas de tirantes y falditas sin medias mientras vas tú con tu chaquetón de piel hasta los ojos y tiritando...

Como conclusión diré que me ha gustado y que pienso volver aunque con más dinero porque aquello está muy bien pero es caro con cojones...

Escrito por Anakinet a las 2:54 PM | Comentarios (5)

14 de Septiembre 2004

Que me las piro

PROGRAMA DEL DÍA DE HOY:
-Breve repaso y explicación somera de los hechos acontecidos en Benicassim entre los días 30 de Agosto y 12 de Septiembre. Se proyectarán diapositivas en el futuro (cuando me pasen las fotos que hicimos)
-Pausa para miccionar, defecar y/o cagarse en mis putos muertos.
-Infumable texto de despedida previo a mi viaje a las tierras irlandesas.
-Preparación de maleta para el viaje.
-Maldición y desmontaje de la susodicha maleta porque esta noche tengo un partido de futbol y me tengo que llevar la misma mochila que tenía prevista para el viaje.
-Remontaje de la mochila visionando el partido del Barça.
-Pajilla de despedida del país con pase de la película "Historias morbosas" de Mario Salieri. Posible homenaje a Silvia Saint con reparto de esperma incluido.
-Sueño, despedida y cierre.

No puedo decir gran cosa de mi estancia en Benicassim principalmente porque la mayor parte del tiempo he estado privado de mis facultades cognitivas, bien sea por el sueño, el alcohol o las erecciones monumentales en vista del percal que había en la piscina. La verdad es que he hecho más bien poca cosa inusual porque me he pasado la mayor parte del día comiendo, bebiendo y masturbandome como un poseso. Las mujeres que había por el camping, la playa, los bares y las discotecas eran auténticas mujeres de bandera y puedo asegurar que todas han tenido su homenaje en la soledad del cuarto de baño. Hemos comido mucho y bien, hemos bebido más y mejor y mi cintura puede dar fe de ello ante notario si ello fuera requerido.
El punto negativo es que no he podido, finalmente, conocer ni a Manu ni a Veti pero confío que en el futuro algo se podrá hacer. Me lo he pasado bien, pero con moderación. He conocido mujeres interesantes y guapas (especialmente una que me llevó loquito una semana) pero no he hecho nada extraordinario. Incluso he podido acabarme tres libros.
Supongo que en el fondo tenía la cabeza ya en Dublín. Las vacaciones han palidecido frente a la nueva aventura y he tirado corto en temas de pasta por lo que pudiera pasar en Irlanda. No me he soltado demasiado aunque no ha estado mal. Supongo que la elección en la compañía no ha sido la más adecuada ya que he ido con una pareja de amigos que se han pasado medias vacaciones follando como conejos y que no se han preocupado demasiado de ocultarlo. Nuestros intereses son suficientemente diferentes como para que no haya habido consenso en la mayoría de cosas y, aunque me caen esencialmente bien, tampoco es menos cierto que ha habido momentos en los que los hubiera destripado con un cuchillo romo y oxidado.
No me queda un mal recuerdo, al contrario, y me imagino que cuando pueda ver las fotos a mi vuelta incluso lo recordaré con cariño pero, dado que no he podido cumplir mi sueño de endiñarsela a alguna oriunda, en el fondo también ha sido más flojo de lo que esperaba. Putadas de los cambios de última hora.

Ahora sólo me queda esperar lo que falta de día y mañana ya estaré allí, dispuesto a enseñar los pelos de pecho que sean necesarios para que quede claro que soy moreno natural y latino de pies a cabeza a ver si las irlandesas (con fama de muy putas) se me quieren merendar empezando por la cabeza de abajo. Lo que está claro es que peor que en España no se me va a dar.
No voy a deciros mentiras, no creo que os eche de menos. He aprendido a estar sin vosotros durante estas dos semanas y ahora no creo que, inmerso en mis cositas por allí, vaya a acordarme a cada momento de vosotros. Si que intentaré hacer una mínima crónica de mis peripecias en el extranjero por si alguien quiere pasarse y leerlas pero entendería que no lo hicierais ya que, por razones que se escapan a mi entender, me he vuelto muy aburrido y monotemático. Tal vez porque soy incapaz de pensar en algo que no sea en sexo. Bueno, tal vez no, porque al fin y al cabo yo siempre he pensado en lo mismo y mis textos han sido siempre sobre lo mismo. Seguramente es que ya no me hago ni puta gracia ni a mi mismo.
Por cierto, si lees esto, Somo, que sepas que no voy a ponerme ahora a hacer el cromo y que, por tanto, dejarás de linkarme. A lo mejor a mi vuelta. A lo mejor no. Yo que se... De todas maneras agradecería que cuando acabes de masacrar a The Thief, habitante del pais de los Teletubbies, me pases un cachito de recuerdo. Pobre gilipollas.

Al grano que me extiendo. Que me quedan 25 horas en el país. Que me largo ya, como quien dice. Todas aquellas que no aprovechen para pedirme relaciones sexuales tendrán que esperar hasta el año que viene. Quien avisa no es traidor.

Nos vemos. O algo.

Escrito por Anakinet a las 1:40 PM | Comentarios (6)

6 de Septiembre 2004

De vacaciones aún...

Ahhh... las bien merecidas y nunca del todo bien ponderadas vacaciones...
Alcanzado el ecuador de éstas he de decir que en Benicassim hay un microclima propio la mar de majo que es un lujo... A pesar de estar ya entrados en Septiembre hace un calor y un solete del demonio que me tienen contra las cuerdas y que sobrevivo gracias a las reservas de quintos y vino con casera que hemos tenido a bien guardarnos.

La muerte por exposición a centímetros de carne femenima también ronda si bien hay que tener en cuenta que, de momento, la exposición es sólo visual y, por tanto, nada que lamentar aparte de algún que otro calentón momentaneo aliviado con presteza mediante cualquiera de las variadas técnicas que para ello existen. El nivel exhibido por estos lares es digno de ser recordado y ya tengo unas cuantas fotos tomadas con la cámara digital de un amigo oriundo de por aquí que pasarán a mi fondo particular de alivios y tensiones.
Por lo demás todo bien. Poco o nada que hacer, mucha lectura, mucha piscina, algo de playa, poquísima ropa y mucho, mucho, mucho líquido ingerido (con o sin hielo). Como no hay ninguna anécdota que destacar me voy a despedir no sin antes emplazaros al post del día 12 (probablemente) donde os haré un resumen de cómo ha ido todo antes de irme a Dublin.

P.D. : Al final no he conocido ni a Manu ni a Veti. Segundo intento a partir de hoy. :-)

Escrito por Anakinet a las 1:25 PM | Comentarios (2)